Tener una estrategia medioambiental es el primer paso de una carrera de fondo para las compañías de movilidad, porque alcanzar una movilidad sostenible, aunque no es cosa de una o varias compañías, sino de muchos actores involucrados, es una apuesta de presente y futuro y requiere de un punto de partida meditado, en consonancia con los valores del negocio.
Este es el contexto en el que Alsa ha sido ganadora del Premio Nacional de Movilidad en la categoría ‘Empresa Privada – Gran Empresa’. La meta, por ambiciosa que parezca, es la consecución de los ODS 2030 y el Green Deal de la Comisión Europea. Más aún cuando estos son elementos clave en la recuperación poscovid.
Como estrategia, Alsa ha definido que todas las acciones que emprenda estarán encaminadas a la reducción de emisiones. Por supuesto, el fomento del transporte público contribuye al proceso de reducción de emisiones. El autobús, en relación a la emisión de Gases de Efecto Invernadero, es el modo de transporte con menores emisiones en términos de Viajeros por kilómetro. De hecho, no solo contamina 5,5 veces menos que el vehículo privado, sino que reduce otras externalidades negativas para la salud y el medio ambiente como el tráfico, el ruido y la siniestralidad.
Elementos de la estrategia medioambiental
Alsa desarrolla su plan de acción a partir de cuatro programas que aunados han logrado importantes resultados. Estos programas son:
- Reducción de la Huella de Carbono (“calculo, reduzco y compenso”)
- Reducción del consumo energético y las emisiones asociadas en el transporte, mediante:
- La incorporación progresiva y gradual de vehículos con tecnologías limpias y bajas en emisiones, con tecnologías menos contaminantes
- La introducción de programas de conducción eficiente.
- Gestión de manera eficiente el consumo energético en las instalaciones, de los residuos y del agua.
- Formación y concienciación al personal en materia ambiental, especialmente al personal de conducción.
Al poner en marcha las acciones que materializan estos programas Alsa se prepara para ser un proveedor de movilidad central de las nuevas eco-ciudades que necesitamos. Estas son ciudades en las que sea más saludable vivir y, por supuesto, que sean más amigables. En muchos sitios las denominan ciudades del futuro, pero Alsa considera que el futuro es hoy y en ello trabaja.
Aire, energía, agua, residuos = conciencia
El compromiso con la mejora de la calidad del aire de la organización llega hasta la elección de combustibles de excelente calidad. Gracias a los continuos avances tecnológicos actualmente en los vehículos de Alsa ya se utiliza el BioDiesel e+30, lo que evita problemas de corrosión y contaminación microbiológica, al mismo tiempo que proporciona el ajuste necesario para la dosis de aditivos, dando como resultado un combustible más ecológico y menos contaminante.
Lo anterior, sumado a los autobuses eléctricos que ya operan en ciudades como Bilbao, Almería y Madrid, y a las pruebas de autobuses propulsados por pila de hidrógeno, demuestra que Alsa se mueve en verde. Quiere ser referente en este proceso de transformación y liderar la transición a flotas cero emisiones, apostando por la innovación que supone el uso del hidrógeno en el sector de la movilidad.
Con estas acciones, han empezado un interesante camino empezando por reducir un 11% las emisiones directas (tCO2/km en el periodo 2015-2019).
Finalmente, el Programa de Conducción Eficiente les ha permitido reducir 2.000 tCO2 desde su inicio. Para ello cuentan con más de mil vehículos monitorizados y han formado a más de 500 conductores.
¡Enhorabuena!
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