La movilidad verde es una realidad que está cambiando la forma de desplazarnos en favor de los vehículos eléctricos y sistemas de transporte sostenibles. Sin embargo, el crecimiento del parque de vehículos eléctricos en España progresa a un ritmo más lento de lo inicialmente previsto, con una cifra muy por debajo de la meta fijada por el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC), que preveía alcanzar los 5,5 millones de vehículos en 2030 -en el tercer trimestre de 2024 la cifra era de 370.000-. Es necesario, por tanto, que los diferentes actores del sector colaboren. Y aquí, la alianza entre los eMSP (proveedores de servicios de movilidad eléctrica, por sus siglas en inglés) y los operadores de puntos de recarga va a ser un punto clave (y una necesidad imperiosa) si verdaderamente queremos impulsar el crecimiento y la consolidación de la movilidad sostenible en nuestro país.
Operadores, eMSP y conductores, los protagonistas necesarios
Para comprender la importancia que esta colaboración tiene para la evolución del sector de la movilidad eléctrica es fundamental conocer a los actores que han de protagonizarla.
Los operadores de puntos de recarga son las empresas responsables de instalar, operar y mantener las estaciones de recarga para asegurar su correcto funcionamiento. Muchos operadores disponen de aplicaciones propias desde las que ofrecen a sus clientes acceso a servicios de valor añadido que no están al alcance de los eMSP, como la reserva de un punto de recarga a la hora y en la estación deseada, la opción de planificar una ruta estableciendo un itinerario que permita recargar solamente en las estaciones de tu operador preferido, gestionar el tiempo que tardarán sus vehículos en tener las baterías llenas, aprovechar descuentos y promociones puntuales, y obtener precios más competitivos. Otra de las ventajas destacadas que ofrecen los operadores es la recarga Plug & Charge. A través de esta tecnología, y de una manera totalmente automatizada, el conductor puede enchufar su vehículo eléctrico a un punto y recargarlo de forma inmediata mediante un sistema de autentificación automática, sin necesidad de validaciones ni registros que ralenticen el proceso.
Por otro lado, los eMSP son empresas que, a través de plataformas digitales o APPs propias, proporcionan a los usuarios de vehículos eléctricos el acceso a estaciones de recarga de diferentes operadores y al conjunto de sus servicios. De este modo, los conductores pueden utilizar una sola herramienta, para conocer la ubicación de los puntos de recarga, consultar su disponibilidad, y la potencia ofrecida. Las eMSP también ofrecen la posibilidad de realizar el pago desde su solución, sin necesidad de registrarse ni realizar abonos en diferentes plataformas, pero es importante destacar que son los propios operadores de servicios quienes deciden la tarifa a aplicar en cada estación. Gracias a la integración de estos servicios y procesos, se facilita la gestión de la infraestructura y se proporciona al cliente una experiencia más dinámica y accesible, promoviendo el uso y la disponibilidad de este tipo de vehículos.
La implantación de colaboraciones entre los operadores de recarga y los proveedores de servicios de movilidad eléctrica representa una oportunidad para potenciar el valor que los primeros aportan al ecosistema de la movilidad eléctrica. Como protagonistas principales, garantizan que la infraestructura esté siempre disponible, operativa, y adaptada a las necesidades de los conductores, y estas alianzas les permiten incrementar su impacto en el sector.
A través de los acuerdos con los eMSP, los operadores pueden aumentar su visibilidad y llegar a un mayor número de potenciales clientes gracias a la integración de sus estaciones en las plataformas de los proveedores de servicios. Además, les facilita realizar una mejor gestión de la ocupación de sus puntos de recarga y acceder a datos avanzados, como los patrones de comportamiento de los usuarios y la demanda en distintas ubicaciones. Esta información permite tomar decisiones estratégicas, como analizar la demanda de las diferentes localizaciones, evaluar la ampliación del número de puntos de conexión, ajustar las tarifas de recarga según las necesidades del mercado, o planificar el mantenimiento preventivo de los cargadores para garantizar su fiabilidad y disponibilidad.
Para los conductores de vehículos eléctricos, estos acuerdos suponen un importante salto en la mejora de su experiencia. Todo ello contribuye a convertir el vehículo eléctrico en una opción viable y práctica para la movilidad diaria.
Sólo con una estrategia colaborativa, y con el apoyo de políticas públicas de impulso de este tipo de iniciativas, se puede avanzar hacia un modelo de movilidad sostenible y alineado con las necesidades ambientales que demanda nuestra sociedad. La creación de un ecosistema de movilidad en el que la recarga de vehículos eléctricos sea sencilla, accesible y natural en el día a día, acelerará la transición hacia un transporte más limpio y eficiente.
*Artículo de opinión: la plataforma Empresas por la Movilidad Sostenible no se responsabiliza de las opiniones y datos expresados en este artículo