El estudio ‘Sostenibilidad y COVID-19’, realizado por las profesoras de la EAE Business School, Elena Búlmer y May López, directora de Desarrollo de Empresas por la Movilidad Sostenible, ha puesto de manifiesto que el ecommerce actual no es sostenible. En base al análisis del impacto ambiental del B2C realizado por Empresas por la Movilidad Sostenible, el estudio muestra la insostenibilidad de las políticas del ecommerce.
«El ecommerce actual, acompañado de hábitos de consumo como la súper urgencia o el «comprar para probar» que están incrementando las devoluciones, genera un mayor impacto ambiental directo e indirecto al congestionar también las zonas en las que operan. Esto, unido al exceso de embalaje o a la dificultad en la entrega por el tipo de destinatario entre otros, hace que tenga un impacto ambiental mayor, pero también en algunos casos un impacto económico y social que hace insostenible el modelo actual y urge la necesidad de trabajar y primar un ecommerce sostenible», afirma la autora y profesora de EAE Business School May López.
Por su parte, Elena Búlmer, explica que «es clave trabajar sobre un nuevo modelo de producción basado en la economía circular con el que se conseguiría reducir al 50% el total de emisiones de GEI producidas por la gestión de materiales y la generación de residuos. Un modelo que busque reducir el impacto producido por la extracción de materiales, aumentar la vida útil de los productos y el uso de materiales secundarios; que tenga en cuenta el diseño del producto, la eficiencia en su producción, transporte y uso; y además, es necesario el establecimiento de procesos más eficientes y menos intensivos en energía para el reciclaje y tratamiento de residuos».
Y es que el ecommerce es clave y seguirá creciendo, ya que se ha posicionado como una solución para ayudar a que los negocios sigan funcionando en situaciones como la vivida. Por eso, urge la necesidad de que este sea un ecommerce sostenible desde el punto de vista ambiental, económico y social.