*De izquierda a derecha: May López, directora de Desarrollo de Empresas por la Movilidad Sostenible; Sonia Araujo, directora general de Innovación, Sostenibilidad y Transformación Digital en Renfe; Esther Mateo, directora general de Seguridad, Procesos y Sistemas Corporativos en Adif; Antonio Cendrero, consejero delegado de Arriva; y Manuel Ruiz de Velasco, coordinador de Proyectos, Consorcio Regional de Transportes de Madrid.
La movilidad marca, en gran medida, la calidad de vida de las personas y es el termómetro económico de cualquier sociedad, de ahí que requiera de una adaptación y evolución continua.
En los últimos años hemos experimentado un cambio drástico en nuestra forma de comunicarnos, relacionarnos, trabajar, comprar y, también, en la forma en la que nos movemos. Por ejemplo, podemos organizar y planificar nuestra vida con la ayuda de una app.
En esta nueva realidad disruptiva -marcada por las nuevas tecnologías, el cambio climático y la sostenibilidad medioambiental y social- la movilidad debe seguir mirando hacia un modelo común, colectivo, accesible, integrado e inteligente. Un modelo que pone al ciudadano en el centro del ecosistema para atender sus exigencias de rapidez y facilidad para acceder a los servicios de movilidad y poder combinarlos, así como de disponer de una mayor oferta y personalización en el transporte, y de una movilidad colectiva y sostenible que resitúe el papel del vehículo privado.
Atendiendo a estas nuevas demandas, la nueva movilidad debe valerse de los datos, la innovación, las nuevas tecnologías y la adaptación de nuestras infraestructuras de transporte.
Además, debe seguir el paso marcado por las políticas de la UE en materia de datos, interoperabilidad y sostenibilidad, así como el contexto en el que se está tramitando en España la futura Ley de Movilidad Sostenible.
En este contexto, en el marco del Global Mobility Call ha tenido lugar la mesa redonda “Intermodalidad: el reto de la movilidad ciudadana colectiva, accesible y sostenible”, liderada por Renfe, que demuestra su liderazgo en la integración de tecnologías y servicios innovadores para impulsar una movilidad sostenible, intermodal y accesible en línea con los principios ESG y un enfoque centrado en el cliente, y moderada por May López, directora de Desarrollo en Empresas por la Movilidad Sostenible.
La mesa ha contado con la participación de Sonia Araujo, directora general de Innovación, Sostenibilidad y Transformación Digital en Renfe, quien ha señalado que «la transformación digital es una línea prioritaria en el Plan Estratégico de Renfe y una herramienta clave para diseñar una oferta adaptada al ciudadano». Además, ha querido recalcar que «para lograr el cambio modal hacia un transporte colectivo, sostenible e inclusivo, es necesario cooperar».
Por su parte, Esther Mateo, directora general de Seguridad, Procesos y Sistemas Corporativos en Adif, ha propuesto que «como las iniciativas en muchos casos requieren años de cambio y de inversión, nos elevemos y pensemos que eso lo van a disfrutar otros, aunque ahora no veamos el beneficio directo de esa estrategia. No hay vuelta atrás y no hay otra alternativa, ni otro planeta». «Además, debemos aspirar a una colaboración público privada y a una mejor colaboración público público», ha añadido.
En esta línea, Antonio Cendrero, consejero delegado de Arriva, ha constatado que «si ya éramos conscientes de que solo en este mundo no se llega lejos, para conseguir la intermodalidad o cualquier de los retos a los que nos enfrentamos -digitalización, descarbonización…- es aún más evidente. Esto me hace ser optimista porque lo que percibo es que la disponibilidad de colaboración es absoluta entre los actores del sector. Es un camino que no tiene un fin determinado pero que tenemos que hacer juntos porque la calidad del entorno urbano depende de ello».
Manuel Ruiz de Velasco, coordinador de Proyectos, Consorcio Regional de Transportes de Madrid, ha afirmado que » la intermodalidad tendrá que ser inclusiva, eficiente y sostenible o no será. No hay alternativa. Para ello, es imprescindible la colaboración entre administraciones y por parte de las empresas, porque sin ellas el sistema no funciona ya que son quienes prestan los servicios. En tercer lugar está el ciudadano, que lo ponemos en el centro, pero que también tiene que participar y debemos convencerle de que se conciencie a tomar decisiones sostenibles».
Finalmente, May López, directora de Desarrollo de Empresas por la Movilidad Sostenible, ha concluido que «la movilidad está cambiando y la tecnología es ese medio que nos va a ayudar a acelerar la transformación. Son muchos los retos que tenemos -intermodalidad, necesidad de colaborar, de cooperar, de garantizar una gobernanza del dato poniendo al usuario en el centro y dándole el servicio que necesita- y debemos abordarlos buscando siempre la descarbonización y la sostenibilidad -en su triple versión económica, social, y ambiental- en el transporte, además de aprovechar la digitalización como un medio y siendo conscientes de su impacto».